“No creo que sea una buena noticia para el país... Aquí la cuestión está en que el Ejército tiene una formación específica, está formado para algo, el Ejército no es preventivo. Es eminentemente reactivo, es la máxima fuerza del Estado. El Ejército está preparado para ello. Hay riesgos. Una fuerza armada de ese nivel que interfiera en asuntos de seguridad pública, por supuesto que los hay –De socavar los Derechos Humanos-”.

El Rector de la UG dijo entender que muchos legisladores prefieran que la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional -Sedena- esté bajo un marco legal, pero antes de ello, debieron decantarse por fortalecer a las policías, tal y como lo recomendó la Organización de las Naciones Unidas –ONU-.

“En la medida en que tengamos una policía nacional más formada, con mejores prestaciones, con mejores posibilidades de desarrollo, más profesionalizada, en esa medida el Ejército tendrá que destinar su trabajo para lo que es, para la seguridad nacional, pero no para conflictos de otro tenor. Es el gran pendiente que tenemos en el país”.

Por ello Guerrero Agripino pidió a los legisladores no perder de vista la preparación de los elementos policiacos, así como prepararse antes de votar una ley que podría transformar la vida pública del país, ya que la misma Constitución ya prevé la suspensión de garantías.

“Nosotros quisiéramos un Ejército más focalizado en la tarea para la cual existe. Esta reforma implica la posibilidad de que el Ejército incida en temas de seguridad pública y no está hecho para eso, que suplante el trabajo de los cuerpos policiales, eso de entrada no es deseable”.

Cabe recordar que el Senador panista Juan Carlos Romero Hicks, votó en contra de la moción. Romero Hicks también fue Rector de la UG.