Otro ejemplo de congruencia al cargo de servidor público lo dio Sigmundur Gunnlaugsson, quien se desempeñaba como Primer Ministro de Islandia, luego de que le fuera comprobado no haber declarado su participación en una empresa offshore en Panamá, junto con su esposa.

Gunnlaugsson dejó el cargo a fin de que la justicia esclarezca si cometió o no, algún delito.

Pero aquí no es así.

En México un hombre puede llegar a ser Presidente Municipal después de haber sido gestor de una empresa ‘fantasma’ para pagarle menos a un grupo de campesinos por sus tierras. En México la lideresa de un partido político, puede beneficiar públicamente a su comadre aunque ésta no sepa ni sumar 10 más 10. En México un Diputado puede tener un sobrino secuestrador sin que una muestra de decoro o decencia lo lleve a solicitar una licencia, en lo que es desvinculado del criminal.

Éste es el caso de Juan José Álvarez Brunel, flamante Diputado local por San Miguel de Allende, quien se desmarcó de su sobrino, Antonio Gil Engell, detenido por secuestro al momento de ser liberada su víctima.

Cómo brillaba Antonio Gil en redes sociales. Asistía a reuniones en algunos puntos de California, en la Ciudad de México, en Querétaro y también en San Miguel de Allende. ¿De verdad Álvarez Brunel no lo frecuentaba? ¿No tendría que pedir él mismo una investigación que lo deslinda plenamente del caso?

Finalmente, de no estar involucrado lo que va a pasar es que dará un gran ejemplo de civilidad y del limpio y transparente ejercicio de la función pública. ¿Su sueldo? No parece que se muera de hambre.

Pero es que en México ciertamente, como en sus instituciones educativas públicas, la clase de civismo ha sido cancelada.

Fijaciones japonesas

Hablando del ejercicio de la función pública, uno de los puntos a destacar cuando se vive del erario, es el ser congruente. Palabras. Acciones.

Es una pena ser repetitivo con los personajes que se tocan en El Código Rojo, pero es que el titular de Gestión Ambiental, Ricardo de la Parra Barnard, termina por ser omnipresente.

Esta semana el funcionario del Gobierno panista de León fijó su intención de crear un bosque de cerezos al norte de la ciudad.

Es que no hay congruencia. Su dependencia se excusa del ecocidio de eucaliptos pretextando que es una especie ajena –Con árboles de 40 años de edad, es ajena-. Y hoy pretende plantar árboles netamente japoneses, de la parte norte del archipiélago que tiene un clima más parecido al de la costa oeste de Canadá, que al de León.

¿Se trata acaso de una ocurrencia? ¿Alguna alucinación del delirium tremens?

Nada de malo tiene si lo hace en el jardín de su propia casa.

El problema es el experimento con recursos públicos y que afecta claramente, al interés público, cuando nadie en la administración municipal se opone.

Se veía venir

Es muy probable que antes de que termine el año, cierre el Centro de Rehabilitación Teletón –CRIT- de Guanajuato.

Ya en este espacio advertimos de las decenas de ceses que provocó esta organización hace apenas unos meses, por ser “financieramente insostenible”.

Las atenciones nunca fueron indiscriminadas, eso es totalmente cierto.

Y entonces, si el proyecto es inviable ¿Por qué recibe todavía recursos públicos?

Es una pregunta que deberán responder las autoridades municipales y estatales, porque no es correcto echarle dinero bueno al malo, y sobre todo tanto dinero.

Hay que esperar pero lo que es imperdonable, es que el Director del CRIT Irapuato, Juan Francisco Rocha Ruenes, urja a la población y al gobierno a donar más y más, para que la dirección central del Teletón “le perdone la vida”.

Para que después de haber sustraído la voluntad y el dinero de los contribuyentes, salgan con que no fue suficiente.