Paradójicamente a la opaca creación de la ‘Secretaría de la Transparencia’, el Partido Verde olvidó informar oficialmente las tempestades que atravesó la pasada tarde del viernes.

El autodenominado empresario del transporte y compadre también de Beatriz Manrique buscaba arrebatar ‘el poder’ a cualquier costo, tal y como lo hizo en la bancada del Partido Verde en el Ayuntamiento durante el trienio 2012-2015. Nadie negará que quien hacía los negocios era Eugenio Martínez, queriendo irrumpir incluso hasta en el Club León y en el Festival del Globo, en donde simplemente se rieron de él.

Recordemos que hace 11 años, Eugenio Martínez exigió a Luis Alberto Camarena –QEPD- que abdicara a la Diputación Local, y que convenciera al entonces líder Verde, Alejandro García Sáinz Arena, de que fuera él el ungido.

La petición, insistencia y luego exigencia llevó a los compadres a separarse por algún tiempo, hasta la lamentable muerte de Luis Alberto Camarena, esposo de Beatriz Manrique. Entonces Eugenio Martínez volvió al Partido Verde. Algo tenía que sacar de ventaja. El resto es historia conocida.

Este viernes, Beatriz Manrique se excusó con que tenía asuntos que resolver en Irapuato para no estar presente en el Consejo Político del Partido Verde en Guanajuato, al cual ya pertenece cualquiera. Pero las instrucciones eran claras y había que depurar al partido político. Está claro que la purga seguirá en marcha, así que los acólitos, seguidores y admiradores del ex Síndico tendrán que ir tomando sus previsiones.

Eugenio Martínez aspiraba a una Diputación Local, hoy no aspira a nada, el asunto para él es que las influencias se terminaron, ningún partido político lo aceptará, y si no cuida el capital que amasó durante sus gestiones políticas, volverá al fraccionamiento Puerta de Hierro en el Rosario, en donde vivía antes de ingresar a la vida política de León.

Toy  Story: ‘Cazador’ busca desbancar a Villarreal

Es como una historia de Pixar. Érase una vez un hombre espigado que con su sombrero vaquero llegó a Guanajuato.

Con grandes ilusiones por delante, el hombre del sombrero llegaba de un remozado y vanguardista pueblito del estado de México llamado Ixtapaluca –Léase con sarcasmo-, lugar que gobernó entre 2009 y 2012, y donde dejó grandes amigos. La gente lo amaba por el progreso que llevó al Municipio –Continúa el sarcasmo-.

Pero cuando terminó su mandato, el hombre del sombrero era tan útil, que el grupo político del cual su padre era integrante, no sabía a dónde enviarlo.

“Enviémoslo a un lugar al que pueda dar progreso y democracia. Que vaya a colonizar Guanajuato”, dijeron los priístas. Y así fue. Llegó a la Dirección de la Comisión Nacional del Agua –Conagua- bajo la instrucción de que no volviera a cometer los mismos errores del pasado…

 Hoy, Humberto Carlo Navarro de Alba, dirige en Guanajuato a la Conagua, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales –Semarnat-, por tanto no es el delegado, sino el director.

Su llegada fue precedida por la remoción por escándalo, de Jorge Octavio Mijangos Borja, quien fue señalado por presuntos malos manejos en la delegación de la Conagua, pero en el estado de Tabasco, y antes, en su paso por Guerrero.

El actual titular de Conagua en Guanajuato llegó recomendado. Dos hechos lo confirman: Es hijo de Humberto Navarro González, integrante del grupo del desaparecido Carlos Hank González.

El segundo hecho es apabullante. Hace algunos meses, durante un evento en Guanajuato del Presidente Enrique Peña Nieto, Navarro de Alba gritó al mandatario para que le saludara, buscando su mano e incluso su mirada, incesantemente. Ante el acoso, Peña Nieto comentó al mismo Gobernador Miguel Márquez que no se preocupara por él –Por Navarro-, pues llegó a Conagua “porque me lo encargaron”.

Así sus palabras.

Al parecer el trabajo como Alcalde de Ixtapaluca ejercido por Humberto Navarro fue de lo más deplorable. Dejó deudas, desfalcos y a la fecha, vecinos del poblado de Tlalpizahuac, mismo que pertenece al Municipio de Ixtapaluca, le siguen echando en cara los tres años perdidos de su gobierno.

Y es que datos del INEGI -2012- marcan a Ixtapaluca como el municipio con la menor inversión en obras de todo el Estado de México.

Humberto Navarro ‘olvidó’ ejecutar las obras hidráulicas del área el Canal Miraflores, afluente del Canal La Compañía. Las consecuencias de los desbordamientos son tristemente célebres.

Pero lo ridículo del caso es que Humberto Navarro culpaba de ello al entonces Gobernador Enrique Peña Nieto de las inundaciones. Con razón a Peña Nieto no le simpatiza.

Es una pena, porque lo que tiene Humberto Navarro de espigado, lo tiene de mentiroso. Tal vez quiere competir con Pinocho en esta carrera de personajes de cuentos infantiles.

En Junio pasado, el Director de Conagua fue entrevistado por Carlos García, Corresponsal de La Jornada, respecto a su paradójico adeudo de agua al Gobierno de San Miguel de Allende. Su respuesta aludió a que tiene un hermano llamado Carlo Humberto. Él se llama Humberto Carlo. Infantil, como Toy Story mismo.

Eso sí, tiene un hermano llamado Cesar Reynaldo Navarro de Alba, quien fue Diputado Local del Edomex, por el Distrito XL, Ixtapaluca-Chicoloapan.

Hoy es bien sabido que Humberto Navarro obedece también a los intereses de un viejo conocido de la comedia de la lágrima, el mismo ex Alcalde Mauricio Trejo Pureco, quien lo ha convencido para que ‘se destape’ como precandidato a la Alcaldía precisamente de San Miguel de Allende.

La señal está dada. Humberto Navarro se ha rodeado de pajes de Trejo Pureco, entre ellos ex funcionarios de ese trienio perdido para la Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

El abollado ‘Escudo’

A poco más de una semana de que por primera vez en la historia de Guanajuato fuera consumado un secuestro masivo, el Gobierno de Guanajuato ha buscado ocultar el Sistema ‘Escudo’.

Las cámaras que supuestamente vigilarían minuciosamente cualquier punto de la entidad, simplemente no funcionan.

Hay cámaras descompuestas por doquier, y pocas son las que funcionan. El Secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca, ha querido minimizar el hecho de que su trabajo lo puede hacer cualquiera, y hasta con mejores resultados.

En Paseo de la Presa están cansados de la prepotencia de Cabeza de Vaca, pero sobre todo, de la serie de ridículos en los que ha dejado al Gobierno de Guanajuato. Pero por algún motivo, por algún motivo extraño, Miguel Márquez lo mantiene activo.

Tres mil millones de pesos no han sido suficientes para garantizar la seguridad de los guanajuatenses, aún hay tiempo para rectificar el camino y salvar un estado que de pronto, colapsó.