Pero los gobernantes olvidan que es la misma ciudadanía la que paga los impuestos que les otorgan un sueldo, y también, hay que decirlo como es, es la gente la que ha permitido que lleguen a cargos en donde pueden hacer negocios con facilidad.

¿Acaso ya se nos olvidó que el SIT fue observado durante el trienio del entonces Alcalde y hoy Síndico, Luis Ernesto Ayala, cuando una comitiva fue invitada a viajar con todo pagado por la empresa Volvo, en donde incluso se habló de una ‘motivación’ de millones de pesos para que el SIT usara esa marca de autobuses articulados?

¿No fue el trienio pasado cuando Banobras otorgó un crédito por mil millones de pesos para crear infraestructura y las condiciones públicas para que los empresarios del SIT pudieran operar sin gastar más que en sus propias unidades?

¿En dónde quedó ese dinero?

Entonces ¿En dónde está la inversión privada que justifica el aumento de hasta el 30 por ciento en la tarifa del transporte público?

¿De verdad las autoridades de León no se han dado cuenta de que el SIT es ya de por sí caro, lento, contaminante y también inseguro?

Pero resulta asqueroso el cinismo del Síndico de León, ex Alcalde y ex Gobernador panista, Carlos Medina, quien directamente dijo a un reportero “¿Y tu de qué te preocupas si tienes coche?”.

La prensa libre, organizaciones ciudadanas, la población en general está absorta ante un abuso tan desafiante como el ejercido hoy por el Gobierno de León y por el Gobierno de la República, porque demuestran que PAN, PRI, son la misma cosa.

El entorno se ha convertido ya en un caldo de cultivo para la llegada de un tercero que sepa enamorar a la audiencia, a los votantes.

Claro está que el PRI no volverá a Los Pinos. Y es obvio que el PAN perderá la elección en León gracias a la voracidad de unos pocos. Los focos rojos están encendidos y brillan para todos.