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Mi "Comadre" Bety

Pero por razones que todavía no han logrado ser explicadas, a la reunión de naturaleza meramente técnica y oficial, acudieron el Director de Gestión Ambiental, Fidel García Granados, y su apoderada, la Regidora Beatriz Manrique Guevara, quien es también la Presidenta de la Comisión de Medio Ambiente en el Municipio de León, por no recordar que es la líder del Partido Verde en el Estado de Guanajuato.

Curiosamente y de forma de menos anómala, a la reunión acudió el arquitecto Octavio Arreola Calleros.

Al finalizar la reunión, Arreola Calleros charló algunos pormenores con a quien llamaba “amigo”, su colega Fabián Escalante Hernández. Pero tan pronto Beatriz Manrique salió del salón, Arreola Calleros interrumpió abruptamente su plática para alcanzar a la servidora pública.

Pocos imaginaban que la “honrada y congruente” opositora de la corrupción y la soberbia gubernamental, luchadora por la equidad y las causas más justas, asignaría de forma directa un proyecto de más de 2 millones de pesos a su “compadre”.

Así es. Porque Octavio Arreola y su esposa, la también arquitecta Elisa Lerma García de Quevedo, son compadres de Beatriz Manrique.

Llama la atención que días después de haber asistido a una junta oficial, la pareja de compadres de clase media leonesa, hayan establecido una empresa llamada “Espacio Diafano, S.A de C.V.”.

Ésta fue establecida el 22 de Febrero de 2013, según la escritura pública 7122. Es decir, dos semanas después de haber atestiguado la finalización de la presentación del trabajo de Escalante Hernández, coincidentemente bajo el tema “rehabilitación del Parque Hidalgo”.

Otro punto difícil de entender es como un recién creado despacho de arquitectos pueda cotizar como un S.A. de C.V., el nombre por sí solo, podría engañar a más de uno, en otras palabras, ilegal. Yo no dudaría que el “S.A. de C.V.” haya sido añadido por mera ignorancia. Pero la vida siempre sorprende a sus más duros críticos.

¿Cuál habrá sido la sorpresa del joven arquitecto Fabián Escalante Hernández cuando la misma Beatriz Manrique le confesó, con aires de grandeza, que en efecto, a quien asignó el millonario contrato, es su compadre y que lo conoce desde hace mucho tiempo?

Seguramente la misma de todos los mexicanos que diariamente nos topamos con casos de corrupción y de tráfico de influencias.

Y no por ser una práctica común es una práctica lícita, mucho menos ética.

Ha sido una decepción para muchos románticos el atestiguar el derrumbe en pedazos de Beatriz Manrique, otrora voz congruente en contra de los abusos y de la corrupción.

Es que cambió su imaginación al poder, un poder menor al de los ciudadanos que tienen precisamente, el poder de denunciar.

Esperemos ahora las implicaciones legales y penales.

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